El pasado verano fue simbólico. España llegó al Mundial entre, tal vez, las cuatro favoritas. Es cierto que la situación con Lopetegui se utilizó como una excusa. Aún sigo pensando que se hubiera hecho algo más con él en el banquillo, él hizo el equipo y el debió acabar. No entro en si el Madrid lo hizo bien o mal, pero como todo profesional, cuando le ofrecen algo mejor, lo valora e interpreta. Caímos en octavos aunque con una pobre imagen en todos los encuentros excepto contra Portugal.
En la Champions vemos una situación peculiar. No porque haya tres equipos españoles en octavos, son las sensaciones. El Atlético ha quedado segundo de grupo porque no ha brillado donde debería venirse arriba. Una final en su estadio es una oportunidad inigualable, pero aunque digan que nunca deje de creer, cuando llega la máxima competición europea llegan momentos de apagón que dejan en evidencia ese leiv motiv.
El Real Madrid tendría que haber hecho más y sólo se le recuerda un partido grande en la fase de grupos, el de Roma. Aquel partido significó el principio del fin de Lopetegui (quién lo diría hace un año), el punto álgido de una temporada que no hacía más que comenzar pero que acabó con un despido. El halago debilita y cada día va debilitando más.
En cuanto al Barcelona, más de lo mismo. El partido de Wembley contra el Tottenham fue una exhibición. Muchas veces se deja llevar sabiendo que hay un Messi. El jugador que es capaz de cambiar un ritmo y un partido en un suspiro. Es un suspiro en el que le dejan recibir y realizar lo impensable. Y Dembelé, el que sólo llega tarde a los entrenamientos pero que en los partidos no hace falta llamarle 20 veces para ver donde está. Aparece. El resto se traduce en algún rato bueno, sin embargo, sin mucha luz.
El Valencia, simplemente se perdió por el camino. Lo que sucedió ante el Young Boys es simbólico de lo que está ocurriendo en ese equipo, al igual que el partido de hoy contra el Manchester United. Irregularidad. En la fase previa se paga. Más tarde y el Madrid sabe de eso, hay que vivir el momento. De momento los de Mestalla se van a tener su momento en la Europa League.
Y si de Europa League se trata, tendremos que ver. Esa irregularidad de los ché ha sido corroborada por nuestros representantes. Lo normal es que tengamos continuidad con los tres conjuntos. Betis, Sevilla y Villarreal han sufrido más de lo que hubieran debido.
El fútbol español lleva viviendo años en la cúspide en todos los años y eso es complicado de sobrellevar. En ocasiones hay que considerar que los cambios han de llegar cuando estás arriba, porque cuando no lo estás es más complicado. Es posible que haya que cambiar, hacer retoques, que permitan al fútbol español mantenerse arriba. El fútbol español debe seguir un proceso, quedarse con lo bueno y corregir los errores. El fútbol español no sabremos si va a seguir mandando. Debe pulirse. Ahora no manda como lo hacía hace no mucho.
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