Ya ha pasado más de un día tras el cierre del mercado de fichajes y nos dejó varias incógnitas, principalmente en los equipos grandes. Los deberes, si se hacen a última hora, no siempre salen de la mejor manera.
De lo que más se habla estos días es de la marcha de Özil al Arsenal, que da un salto de calidad a los Gunners, una estrella mundial que mejora lo que tenían y que les va a permitir dar un paso adelante, quien sabe si suficiente para llegar lejos en Champions y en la Premier. El Real Madrid, por otro lado, se queda sin un futbolista capaz de marcar las diferencias, dar el último pase y que se entendía con un Cristiano Ronaldo, que está enfadado por el movimiento, cuando todavía no es oficial su renovación.
Esto hizo olvidar el otro gran acontecimiento del día, la presentación de Gareth Bale. Una presentación emotiva que dejó claro cuál era el sueño del galés. Viene para ser titularidad y aportar su potencia y velocidad en la banda derecha. Habrá que ver como lleva la presión de su precio y una pretemporada escasa de trabajo.
En el Barcelona, todo se reduce a la cuestión de los últimos años, el puesto de central. Confían en la recuperación de Puyol, un jugador que sale de una lesión y que tiene una edad, al que es posible que todos los esfuerzos realizados y aquellos, muchos, partidos que ha jugado tocado le pueden pasar factura. Llevan años buscando reforzar la zaga pero nunca lo consigue y nadie entiende por qué. Se gastan mucho dinero en ataque, este año en el otro grande que viene a la Liga, pero no acaban de resolver su verdadero problema.
El Atlético, fuera de todas las bromas y chistes realizados en las redes sociales, hizo un gran negocio con Demichelis, que llegó gratis y se lleva un dinero que le viene de perlas a sus arcas por un suplente. Otro gran movimiento, el de Villa, que puede hacer en el Calderón lo que no pudo o no le dejaron la última temporada en el Camp Nou, tener protagonismo. Además, llegaron Alderweireld, que puede jugar en cualquier posición defensiva, y Guilavogui, fuerza y potencia para el centro del campo.
En el último día hubo también situaciones extrañas. La primera la de Ander Herrera, que pudo dar el salto de su vida yéndose al Manchester United y que ahora queda en una situación que si no maneja bien el Athletic, puede acabar como los casos de Llorente y Javi Martínez. Por el bien del club, espero que las cosas funcionen con naturalidad y Ander pueda demostrar su calidad sin ninguna etiqueta. También es llamativo el caso de Siqueira, que pudo ser madridista, pero que dependió de Coentrao, al que parece ser que nadie quiere por su falta de profesionalidad. Parece que a veces se quedan los que no quieren estar.
El último día de fue un día de tensiones, decepciones y alegrías para los aficionados, pero que sobre todo deja en entredicho el calendario, por el parón de selecciones. Convendría revisar el sistema, no es normal que los nuevos no tengan la posibilidad de acoplarse cuanto antes a equipos que ya vienen rodados. Un parón que hace que esas decepciones se agranden o esas alegrías se disipen y se tornen en impaciencia por conocer a los nuevos.
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