A partir de las 22.30 de hoy, un equipo corregirá un muy gran error. Un club que dice ser señor y que tendrá su oportunidad esta noche. De un club señor a un señor. Siempre fue alabado o criticado por partes iguales, pero en el ocaso de su carrera todo el mundo se fija en él como el gran jugador que fue, es y será mientras le queden fuerzas.
Raúl volverá a su estadio, la casa de las grandes noches, llevará su dorsal y pasará a la eternidad del Real Madrid. Tal vez nunca fue perfecto en ninguna faceta del juego, pero era bueno en todas. El más inteligente, en eso si era el mejor, y el que se anticipaba a todos y veía la jugada antes de que ocurriera. El paradigma de la intuición sobre el terreno de juego. Le tildaban de oportunista, pero era más que eso, sabía donde estaba y donde tenía que estar en cada momento.
Se fue por la puerta de atrás del club, sin hacer ruido. No tuvo, hasta hoy, la posibilidad de despedirse. En estos días vuelve un símbolo, cuando otro comienza a estar puesto en duda. Siempre que alguien llega a la capitanía del Madrid se habla de su poder en el vestuario y se le critica. Pasó con Hierro, con Raúl y, ahora, con Casillas.
Esperemos que los errores no se repitan y se aprenda de ellos, porque se sería muy injusto con gente que ha dado mucho al Real Madrid, sabiendo que ese escudo estaba, ante todo, por encima de ellos. Esta noche, Raúl González Blanco vuelve al lugar que le vio crecer y convertirse en uno de los mejores. Esta noche, será una fiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario