miércoles, 7 de agosto de 2013
Qué difícil es olvidar
Esta noche el destino y los compromisos firmados hace ya un tiempo, deparan uno de los encuentros más esperados de la pretemporada. El Real Madrid, sumido en un mar de tranquilidad excepto por el culebrón que está significando el posible traspaso de Gareth Bale, se enfrenta a Mourinho y su Chelsea.
El ex preparador del Madrid parece no olvidarse del club donde realmente no llegó a triunfar, no hay que olvidar que vino para ganar la Champions, y sobre todo, no deja de mostrar su habilidad para empezar los partidos desde las ruedas de prensa previas, que el considera como parte de ellos.
Las declaraciones realizadas son desafortunadas, intentando seguir desestabilizando a un equipo, que parece que empieza a salir de esa espiral de nerviosismo en el que se instaló por las actitudes del luso. Nunca llegó a comprender que él nunca podría estar por encima del Madrid, aunque nunca dejara de intentarlo, consiguiendo que hubiera divisiones tanto entre los jugadores como entre los aficionados.
El distanciamiento con Cristiano Ronaldo era evidente en sus últimos meses en la capital de España, lo que no se entiende es que siga apuntando contra un jugador mundialmente reconocido y gracias al cual, entre otros, consiguió derrotar en alguna ocasión al Barcelona y obtener algún título. Una falta de respeto hacía el que tanto le dio y una falta absoluta de gratitud.
De madrugada, se verá un partido muy interesante por lo que pasará en el terreno de juego, con unos jugadores, como Casillas, Ramos, Pepe o Cristiano, que querrán dejarse de tonterías y las palabrerías de su antiguo entrenador, para demostrarle que son unos futbolistas de gran clase, una que nunca perdieron. Y es que los tiempos de Mourinho pasaron, aunque él parezca no darse cuenta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario